sábado, 30 de enero de 2010

Desde Colombia

Mi tio Miguel, que estuvo viviendo muchos años fuera de Badajoz y que ahora reside nada menos que en Colombia, me dice que quería colaborar con estas palabras.

"Recuerdo mucho que iba con el abuelo al bar Cuatro Caminos a conversar, también iba siempre con el al bar Feria y luego también iba con el a Gévora y Guadiana del Caudillo, y sabrás que también cuando estaba yo en Madrid, iba mucho a Badajoz a ver al abuelo y a la abuela, recuerdo mucho que cuando murió la abuela, la Tita Berni me dijo que no me preocupara, que no había pasado nada y yo un poco inquiero nuevamente llame y me dijeron que había muerto la abuela a quien también quería mucho, después de esto empecé a estar mas pendiente del abuelo en el momento que le amputaron la pierna, iba muchas veces verlo y cuando ya le amputaron la segunda me presente para estar una semana con el, y cuando me dijo tu madre que estaba ingresado en el hospital, tuve algo de tiempo para hablar con el y algo que nunca olvidare fue que me dio un dinero para comprarle un paquete de ducados, me decía que tenia muchos deseos de fumar, desafortunadamente no le dio tiempo de fumárselos, porque luego entro en coma y duro una semana hasta que murió y murió delante de tu tita Berni y de mi."

Tristes palabras de momentos mas tristes aún.

Recuerdos de su hija mayor

Soy Josefina, hija mayor de Blas, y como no podía de ser de otra manera, me uno al homenaje que uno de sus nietos en una idea brillantísima y junto con el resto de la familia ha iniciado, recordando historias, anécdotas, etc. que tenían y tienen al abuelo Blas como principal protagonista.

Cuantas veces el abuelo dejaba todo aquello que estuviera haciendo, ya fuera comer, dormir o estar con nosotros para atender a tantos niños que llegaban deshidratados a casa, o recibir un aviso de alguien que se había puesto de parto, despedirse y dejarnos con una sonrisa y volver feliz diciendo: “Blas ha traído al mundo mellizos”. Y la abuela Luisa, que decía de que estuviera todo el día de servicio, pues “A ver, que vamos hacer, si él es así”

No tenía coche, más que una bici y posteriormente una Guzzi que le regalaron, con lo que se desplazaba a atender a los enfermos que le necesitaban, ya fueran pobres o ricos, le daba igual porque a todos les cobraba con un “ya me lo pagarás”.

Sus nietos, sobre todo los más jóvenes, cuando escuchan cosas así de su abuelo, nos preguntan a sus padres, tíos o primos, si eso es así, y es que sorprende como aún se acuerdan en el barrio del Progreso, San Fernando y Santa Isabel de Blas el Practicante ya que, no tenía preferencia alguna por ninguno de ellos, lo mismo le daba ir a curar a un enfermo a un lugar que a otro.

¡Habría tantas cosas que contar de su vida como profesional! Aunque especialidad como tal, tenía muchas, por no decir casi todas, lo mismo ayudaba a dar a luz como curaba una herida o trataba una bronquitis, sino y por poner un ejemplo, que le pregunten a las “Chicas de Itesa” y a tantas y tantas personas de estos barrios a las que tanto ayudó y que aún siguen agradeciéndoselo, tanto es así, que en una exposición de fotos de la barriada, he visto a gente cuando lo han localizado en alguna de ellas incluso presignarse y decir ¡Hay Blas!

Lo que sí esta claro y para finalizar, es que todos los hijos y nietos con mayúsculas estamos orgullosos de la herencia que nos dejaron los abuelos Blas y Luisa, Blas el Practicante, a quien todavía lloran y recuerdan.

miércoles, 20 de enero de 2010

Cuenta mi madre...

Cuenta mi madre, que mis abuelos Blas y Luisa, se casaron muy jóvenes y como no disponían de vivienda ni medios económicos, se fueron a vivir con sus suegros en la barriada del Gurugú y allí en esa barriada empezó a ejercer su profesión.
El Gurugú era una barriada de obreros, gente muy humilde y necesitada. La mayoría de las veces no podían pagar los servicios que les prestaba, y no por ello mi abuelo dejaba de atenderlos, a cualquier hora, aunque fuera de madrugada. Decía "como voy a cobrarle aunque a me haga falta, si ellos están más necesitados que yo", por ello era tan querido en el barrio. Estas personas en agradecimiento, por Navidades, le regalaban: gallos, pavos ..... que era lo único que podían ofrecer.
Recuerda como en aquella época a la mayoría de los enfermos se les inyectaba "penicilina" que era de los pocos antibióticos que había y que en algunas ocasiones no era fácil de conseguir.
Además de prestar su servicio en la barriada, trabajaba como practicante de empresa en ITESA, que era una empresa de textiles, catalana, que dio mucho trabajo a gente joven de todas las barriadas.
Sigue contando que mi abuelo cuando se encontraba el autobús que trasladaba a las obreras de ITESA, solía comentar "ahí van mis niñas" Estas cuando iban a consulta, además de prestarle los servicio de enfermería, el abuelo era su consejero, el paño de lagrima, las jóvenes le contaban su problemas, las aconsejaba y cuando las veías tristes les decía cariñosamente "Otra vez te has peleado con tu novio?"
Como en los años cincuenta, había pocos profesionales, asistía a personas que vivían en el campo, próxima a la ciudad. Recuerda mi madre que algunas veces los familiares de estos pacientes iban a por mi abuelo en burro a su casa y en burro se lo llevaban para que atendiera a sus enfermos.
Pasados unos años, en sus desplazamientos utilizaba, primero una bicicleta, que por cierto se la robaron un día de Botoa. Después compró una moto "Guzzi", con la que tuvo un accidente y se rompió la nariz. Le operaron, le quedaron una cicatriz tan fea que comentaba "tengo por nariz un pegote". Años más tarde se compró una moto "Vespa" con la que tuvo otro accidente, este mucho más grave. Una mañana cuando iba a trabajar a Itesa, le atacaron dos perros que se habían escapado de un chalet, próximo a su centro de trabajo, le tiraron de la moto, se dio un golpe en la cabeza y estuvo a punto de morir.
Y por ultimo recuerda madre que cuando puedo se compro su primer coche. Un día iba con mi hermano Miguel y se le salió la rueda al coche. Mi padre no se dio cuenta hasta que su hijo le dijo "Papá para, que una rueda del coche va sola por la avenida"

sábado, 16 de enero de 2010

Supersexy Sound System con su particular homenaje

El grupo electrónico Supersexy Sound System muy apegado a Blas, ha creado una canción escogiendo samples del homenaje radiofónico, probablemente no sea del gusto de todo el mundo, pero el esfuerzo merece la pena.

Bajala de aqui, sin miedo al SGAE, es legal

No obstante la idea en un futuro es hacer lo contrario, musicalizar el homenaje, pero con tiempo, estaremos en contacto con este gran grupo.

Merece la pena este comentario

"He ido a donde tando me necesitaban y no tenian nada"

Sin duda aquellos valores que tanto caracterizaban a Blas han seguido prevaleciendo en su familia. Sus hijos y nietos mantienen en diferentes ámbitos de la medicina, educación, política, cultura, familia, deporte, etc aquellas virtudes que por las que fue tan querido como la solidaridad, lucha, trabajo, tesón, paciencia, alegría, esfuerzo, humildad, sacrificio y sencillez.

Un ejemplo a seguir la de éste ilustre pacense para todos los jovenes de hoy en dia, en una sociedad donde precisamente valores como estos brillan por su ausencia en muchos jóvenes que no tienen referentes a seguir en sus vidas.

Mi abuelo simplemente era un héroe de la calle

Escrito por Jorge Ares García

martes, 12 de enero de 2010

La calle de mi abuelo

Cuando murió la barriada de la estación estaba muy agradecida con el, por ese motivo se recogieron firmas para ponerle una de las calles de la estación el nombre de mi abuelo, como curiosidad hay teneis en donde esta colocada.


Ver mapa más grande

Homenaje a Blas

En Noviembre mi tia Mari, me ofreció dar una sorpresa en Reyes a sus hermanas, era digitalizar una cinta con la noticia, de unos 7 minutos de duración, de un homenaje a mi abuelo Blas, la sorpresa fue incluso para mi, ya que no esperaba que el homenaje fuera en vida y de que además en él aparece una entrevista a mi abuelo. Cuando la puse para pasarla a formato digital, las lágrimas se me caían sin poder evitarlo.
Cuando Blas falleció yo era muy pequeño y solo recuerdo una frase que decía desde la cama cuando hacíamos mucho ruido "como me levante..." (el pobre ya estaba en silla de ruedas) o las copas de vino que mi otro abuelo cambiaba la llena por la mas vacía.
Así que escuchar de nuevo después de tanto tiempo la voz de mi abuelo fue cuando menos emocionante, ahora, este homenaje lo podeis descargar desde este link

Homenaje a Blas García Molina

lunes, 11 de enero de 2010

Los inicios

En este blog aún en pruebas pretendo hablar de mi abuelo Blas, el practicante de los pobres, que trabajo mucho tiempo en la barriada de la estación de Badajoz cuidando y pinchando a ricos y a pobres.
Pretendo recopilar anécdotas, fotos y experiencias, para que su persona perdure en el tiempo.